El esperado adiós.


Adiós princesa...

Estos versos serán lo último que sepas de mí,
esto será lo último que sepan de ti mis versos,
porque el tiempo perverso ha incinerado plena
la hierva virtuosa de tu evocable catre hendido
ultimando la fosa de tu desamor que he amado.
Ya soy solo un hombre, mas no pesar erguido.
Descanse en paz tu olvido y tu enagua invisible,
abandoné tu pasado afable, no intimaré tu distancia,
no habrá reverencia a tu tez, tu silencio me ha hablado
con el oído de lado, y a duras penas creí
que tu amor fue un fantasma, de esos que no existen.
El tiempo con piedad inclemente extirpó tus signos
de mi inservible pasado, de mi improcedente ayer,
es sal tu nombre y tu rostro granito allende
se acabó para ti mi tinta; no recuerdo haberte amado.
o si el amar merece recordar, o si el amor se olvida.
no logro hacer memoria

Pero el tiempo bilioso me ha sido honesto...
no es digno de mi altar tu beso,
¡que no me alcanza ni a la sombra!.

Adiós princesa,
admito quisiera legarte una lágrima,
pero ya las gasté aquel día... sabrás disculpar

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