Árboles secos.


Palabras absurdas e inconcretas que buscan líneas donde apoyarse,
palabras cubiertas de vendas porque le sobran las heridas... son.
Mezclas de autocompasión y soberbia, palabras que afirman desconciertos,
pensamientos ambiguos sobre el dolor cotidiano, empero el dolor no es uno.
Son telas de araña; débiles, sumisas y fácilmente opacadas. Cristalinas en forma.
Le dan la mano a una vida a medias, son los días lluviosos y grises.
Noches sin matices, sin madrugadas, situaciones olvidadas en viejos intentos,
intentos que no se olvidan fácilmente, menesteres del tiempo y mis derrotas.
Muestran todo lo que el gentío no ve, los restos de un alma que agota sus luces,
son la antorcha sin su ardiente llama, árboles secos en un desierto de arena.

Y nada crece en el vasto olvido, más que el hambre y la sed que impera,
nada es visible a los ojos, más que el inagotable llano y el cielo etéreo.
La vida es solo el chiste de la muerte y su humor negro, hilarante y verídica,
innecesaria y sin poderes, que en este mundo de arena pierde el aroma.

1 comentarios:

Caliburnus dijo...

Me gusto. Y me hizo acuerdo a una exposicion que hay en parque rodo. Una de las imagnes es un bosque de arboles muertos despues de una inundacion... Siga escribiendo muchacho que tiene calidad.

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